Este fin de semana tenía como invitados a dos de los amigos que más quiero: Colo y Tala.
Para ellos preparé el clásico de los risottos y debo admitir que sumado a la compañía, al vino y a la sobremesa, la comida fue de 10.
La elaboración del plato, como la de cualquier risotto, requiere mimos, pero sigo pensando que hay pocas recetas que en una hora te den tan buenos resultados.
Ingredientes para 4-5 personas
400 gr. de arroz arborio, 50 gr. de ceps deshidratados, 1 cebolla grande, 1/2 litro de caldo de pollo, 1/2 vaso de vino blanco, 60 gr. de mantequilla, parmesano regiano, agua y sal.
Preparación
Antes de empezar la elaboración del risotto, debemos tener preparado los ceps deshidratados. Para ello, pondremos los ceps en medio litro de agua que dejaremos durante una hora. Al finalizar la hora, veremos que los ceps han teñido el agua. Ésta, la colaremos para quitar impurezas.
En una cazuela a fuego medio añadimos la mantequilla hasta que se deshaga y luego incorporamos la cebolla picada hasta pochar. Añadimos entonces medio vaso de vino blanco y dejamos hasta que reduzca.
Incorporamos el arroz y vamos moviendo sin cesar durante un minuto. Añadimos caldo de pollo hasta casi cubrir el arroz sin dejar de mover el arroz para que vaya soltando el almidón.
Repetiremos la operación hasta acabar el caldo y luego haremos los mismo con el agua de ceps que teníamos reservada hasta que el arroz esté al dente. En medio de la cocción del arroz, incorporaremos troceados, los ceps que habían reservado.
En este punto, añadimos un buen trozo de parmesano rallado, movemos, apagamos el fuego y dejamos reposar durante un par de minutos.
Presentación
En un plato hondo, colocamos el risotto en medio dándole volumen. Colocaremos un par de trozos de cebollino para darle color y un trozo de crujiente de parmesano encima.
Para realizar un crujiente de parmesano, sólo tendremos que poner entre papel de cocinero un poco de parmesano rallado y dejar en el horno durante 30 minutos.
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